¿A
quién no le gusta la música? Salvo las personas con amusia (un desorden
neurológico que impide reconocer ciertos patrones sonoros y, por tanto,
disfrutar la música), la gran mayoría de las personas sienten
predilección hacia un ritmo en especial. Desde quienes aseguran les
gusta “de todo” hasta los que necesitan saber qué grupo está tocando y
quiénes son sus integrantes; incluso, algunos más obsesivos que deben
distinguir el género, año de producción y en qué álbum viene la canción.
A todos ellos les interesará saber que ya hay una opción más para
escuchar música por Internet: Spotify.
Por Víctor M. Aguilera C.
Una de las cosas que ha permitido Internet es tener un acceso más rápido
y directo a canciones que antes debían ir a buscarse a la tienda de
discos o esperar a que las tocaran en la radio. Hoy existen muchas
herramientas que ofrecen soluciones distintas para escuchar y descubrir
música nueva, con ventajas y desventajas acordes a su propuesta. Para
propósitos de este artículo, nos enfocaremos en Grooveshark y Spotify por diversas razones:
- Disponibilidad. Aunque existen muchos servicios y opciones de streaming musical, varios no están disponibles en México, como Pandora, Rhapsody, we7, MOG, etcétera.
- Precio. Aceptémoslo, cuando buscamos algo en Internet probablemente sea porque lo queremos gratis. Algunos de los mejores servicios de streaming musical cobran por su uso: Deezer, por ejemplo, sólo deja escuchar 30 segundos de las canciones de manera gratuita, lo cual equivale a una patada en las espinillas. De hecho, la mayoría ofrecen un período de prueba de sólo 30 días y otros, como Rdio, no son claros sobre el límite de tiempo.
- On Demand. Muchas páginas que permiten escuchar música en streaming de manera gratuita no dejan seleccionar las canciones (opción conocida como On Demand) e incluso pueden bloquear el botón de adelantar o saltar una melodía, por lo que funcionan casi como una estación de radio real (pero adecuada a tus gustos).
Aunque puede haber más oportunidad de descubrir música nueva con este
tipo de sitios, las posibilidades son restringidas y normalmente sólo
dejan elegir el género o el artista (Jango, por ejemplo). Musicovery
incluso ofrece la posibilidad de ubicar tu humor en un cuadrante:
oscuro-positivo en el eje X o energético-calmado en el eje Y pero, de
nuevo, las opciones son limitadas si quieres oír una canción específica.
- Catálogo. Ningún sitio tiene todas las canciones, pero unos tienen inventarios más amplios que otros. Quienes hacen tratos con disqueras tienen una gran ventaja, pero muchas veces no están disponibles en nuestro país. En este caso el primer lugar puede ser para las páginas donde los usuarios generan el contenido.
Así, en México las opciones son reducidas. Cuando uno quiere escuchar música gratis, Grooveshark por un lado y Spotify por el otro parecen las mejores propuestas, aunque son muy diferentes entre sí.
El inventario de ambos sitios es amplio, pero la forma en que se
completan ofrece resultados distintos. Grooveshark funciona de manera
similar a YouTube, donde los usuarios generan
el contenido. Ello puede implicar que ocasionalmente una misma canción
sea subida varias veces con datos incorrectos y hasta nombres cambiados,
pero también significa que tiene un catálogo gigantesco y en constante
expansión.
Eso sí, sus archivos están siempre mutando y algunas canciones son
subidas y retiradas frecuentemente, lo cual afecta tus listas de
reproducción. Esto se debe a que Grooveshark se encuentra en una lucha legal con las disqueras. Por ello, por ejemplo, no encontrarás una sola canción de los Chemical Brothers ni los Smashing Pumpkins (a menos que busques con ortografías alternativas).
Spotify, por su parte, tiene acuerdos con
las disqueras más grandes y algunas otras independientes, por lo que
cuenta con muchísimas canciones de todos los géneros. Aunque
difícilmente retirarán música que ya subieron y el proceso es “más
legal”, resulta también complicado llenar los huecos de su inventario.
Spotify requiere que descargues un software para empezar a escuchar
música. Éste en realidad no es pesado (tan sólo 91kb que se bajan en
seguida dependiendo de tu conexión; además, ya están trabajando en una
versión para el explorador), pero Grooveshark puede disfrutarse de inmediato en el navegador incluso sin crear una cuenta.
Los dos sitios tienen integración con Last.Fm y posibilitan
la interacción por redes sociales, pero Spotify destaca y se aventaja
gracias a las aplicaciones gratuitas que complementan la experiencia:
desde aquellas diseñadas para descubrir música nueva o buscar melodías
acordes a tu estado de ánimo hasta las que te permiten revisar críticas o
encontrar la letra de las canciones.
Luego de escoger un artista o género (o varios), los dos sitios
tienen la opción de funcionar como radio, proponiendo canciones
similares a tu selección. Asimismo, todas te dan la oportunidad de crear
y guardar listas de reproducción canción por canción o escuchar las del
sitio y de otros usuarios. Esto es muy fácil en el caso de Grooveshark,
donde la navegación es amigable y sencilla. En Spotify la navegación es
menos intuitiva y hay que abrir el programa cada que quieres escuchar
una canción.
En realidad, ambos servicios ofrecen opciones de pago para ampliar
sus posibilidades y mejorar la experiencia: Groveshark (por 9 dólares al
mes) y Spotify (49 MXN al mes) garantizan eliminar los anuncios que
plagan sus sitios en la versión gratuita; algo especialmente molesto en
Spotify, donde además de los visuales, se insertan frecuentemente spots
sonoros entre las canciones.
Además, por 99 MXN al mes en Spotify y los mismos 9 dólares en
Grooveshark (o 99 USD por todo el año) se incluye la posibilidad de
escuchar el catálogo en los dispositivos móviles y hasta una opción sin
conexión, además de algunas otras mejoras.
Entonces, ¿son gratis o no? Spotify lo es pero con muchas
limitaciones: además de soportar las interrupciones de los spots,
durante los primeros seis meses puedes escuchar hasta 20 horas de música
cada mes (120 horas gratuitas de streaming durante un semestre), que
luego se reducen a 10 junto con la restricción de escuchar la misma
melodía máximo cinco veces cada mes. En Grooveshark, además de los
banners y una que otra interrupción para preguntar si sigues ahí (luego
de que la página quede cierto tiempo en reposo con la música corriendo),
no existen límites sobre la cantidad de canciones que puedes buscar y
disfrutar. Para subir música sí requerirás crear una cuenta pero esto no
tiene ningún costo.
Grooveshark sin duda parece la mejor opción por su catálogo
inconmensurable, lo accesible de su interfaz y la enorme libertad que
ofrece. Sin embargo, si te decides a pagar para eliminar anuncios y
llevar la música a tus dispositivos móviles, vale la pena recordar que
Spotify no sólo tiene un catálogo más ordenado y acuerdos con disqueras,
sino que ofrece mejores apps (Facebook, Google y Apple dejaron de
actualizar las aplicaciones de Grooveshark por sus problemas sobre
derechos de autor), complementos y calidad de audio garantizada.
Lo ideal, sin duda, es combinar fuerzas. Ya sea que quieras o no
pagar, lo importante es tener toda la música a la mano y si combinas los
dos catálogos probablemente nunca te quedes con las ganas de escuchar
tu canción predilecta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario